El cofundador de CertiK, Ronghui Gu, lo dejó bien claro durante un programa en vivo, y dijo: ¿la guerra entre los defensores de las criptomonedas y los hackers?
Es interminable. ¿Por qué? Porque los hackers solo necesitan una grieta en la armadura, un solo punto débil en millones de líneas de código blockchain, y listo, ya están adentro.
Gato y ratón, versión cripto
A pesar de todas las sofisticadas medidas de ciberseguridad que la industria implementa, los hackers no se detienen.
Están evolucionando más rápido que un vivo esquivando un golpe. En la primera mitad de 2025 se robaron 2.47 billions de dólares en hacks, estafas y exploits.
Más que los 2.4 billions de dólares perdidos en todo 2024. Y ojo, un solo golpe, el infame hackeo de Bybit por 1.4 billions de dólares en febrero, representa más de la mitad de ese botín.
Ese fue el mayor golpe cibernético que el mundo cripto haya visto.
Pero la batalla ya no es solo sobre el código. A medida que la seguridad blockchain se fortalece, los hackers cambian el enfoque hacia la presa más fácil: nosotros, los humanos.
Gu lo explicó claramente, y dijo que ahora nosotros somos el objetivo.
“Si la blockchain en sí se vuelve más dura, ¿sabés qué pasa? Empiezan a apuntar a las personas que tienen las llaves. Los que firman las transacciones. Los que hacen clic.”
Un clic equivocado
En 2024, aproximadamente la mitad de todas las brechas de seguridad cripto no se lograron vulnerando la blockchain en sí, sino atacando riesgos operativos: llaves privadas perdidas o robadas, clics descuidados y seguridad personal deficiente.
Los estafadores engañan a los inversores para que hagan clic en enlaces maliciosos, entregando el acceso a sus wallets como si fueran matones repartiendo cigarros.
Un inversor perdió 3 millones de dólares solo por un clic equivocado: al firmar accidentalmente una transacción maliciosa, le drenaron USDt directamente de su wallet.
Un error clásico de principiante. Probablemente solo miró los primeros y últimos caracteres de la dirección de la wallet, sin notar la parte del medio donde estaba la trampa del delincuente. Qué bajón.
Carrera armamentista
Así que, por más que avance la tecnología, el factor humano sigue siendo el talón de Aquiles en la seguridad cripto. Es como tener una fortaleza de acero, pero dejar la puerta trasera abierta.
Los hackers lo saben, y lo explotan con precisión quirúrgica.
Los expertos advierten que el año que viene todavía podríamos ver hacks de miles de millones de dólares. Es una carrera armamentista, y la pelea nunca va a terminar.
Experto en criptomonedas y Web3, fundador de Kriptoworld
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Con años de experiencia cubriendo el espacio blockchain, András ofrece reportes profundos sobre DeFi, tokenización, altcoins y regulaciones cripto que están dando forma a la economía digital.
