Moody’s, una de las agencias de calificación crediticia más influyentes a nivel global, presentó recientemente una propuesta de marco de evaluación orientado específicamente a las stablecoins, con especial énfasis en la calidad y solidez de los activos de reserva que las respaldan.
Con esta iniciativa, la firma busca aportar mayor claridad, transparencia y confianza a un segmento del mercado cripto que ha crecido con rapidez en los últimos años, pero que aún genera interrogantes en torno a su estabilidad, gobernanza y capacidad de resistir escenarios de estrés financiero.
El peso real de las reservas en las stablecoins
Según los lineamientos presentados, la propuesta de Moody’s parte de la premisa de que no basta con que una stablecoin declare un respaldo 1:1 con dólares u otros activos. En cambio, el enfoque pone el acento en evaluar la naturaleza, liquidez y perfil de riesgo de las reservas, así como la capacidad real del emisor para sostener la paridad en contextos adversos.
En este sentido, la agencia subraya que la transparencia en la composición y administración de las reservas será un factor determinante para obtener una calificación favorable. Esto incluye la divulgación periódica de información sobre custodia, auditorías independientes y la exposición a riesgos operativos o tecnológicos.
El marco permanecerá en consulta pública hasta finales de enero de 2026, con el objetivo de incorporar aportes del sector antes de su adopción definitiva.
Liquidez y riesgo como factores clave
El análisis de Moody’s no se limita al respaldo nominal de las stablecoins, sino que incorpora variables adicionales como la liquidez efectiva de los activos, el riesgo de mercado y la exposición a contrapartes.
En consecuencia, aquellas stablecoins que mantengan reservas concentradas en instrumentos poco líquidos, volátiles o con prácticas de gestión opacas podrían recibir calificaciones más bajas, incluso si afirman contar con respaldo completo.
De este modo, el marco propuesto busca establecer una diferenciación clara entre stablecoins robustas y aquellas cuyo modelo operativo o nivel de transparencia representa un riesgo potencial para usuarios e inversores.
Cabe resaltar que la adopción de criterios homogéneos podría incentivar mejores prácticas dentro de la industria, fortalecer la confianza institucional y reducir la probabilidad de episodios de pérdida de paridad, como los registrados en ciclos anteriores del mercado.
Un paso decisivo para la confianza en las stablecoins
En este contexto, si el sector adopta el marco sugerido por Moody’s, el mercado de stablecoins podría avanzar hacia una etapa de mayor madurez, facilitando la entrada de capital institucional y reduciendo la percepción de riesgo entre actores tradicionales y organismos reguladores.
De esta manera, la agencia no solo aporta una herramienta para distinguir entre emisores sólidos y modelos más frágiles, sino que también establece un punto de partida para una integración más profunda de las stablecoins dentro de la economía digital global.
A largo plazo, este enfoque podría reforzar el papel de las stablecoins como instrumentos confiables de pago, ahorro y transferencia de valor, especialmente en un entorno financiero cada vez más interconectado y sujeto a estándares más exigentes de transparencia y gestión del riesgo.
